jueves, 11 de marzo de 2010

Conversando con la pared

Yo mismo en ocasiones, lleno mis noches con mil ideas. Ideas sobre todas las cosas que han pasado en los últimos años en Venezuela. Les aclaro que "últimos años" es fácilmente desglosable en meses, semanas y días, porque siempre --aunque no lo crean-- ocurre algún suceso que me deja espantado. Sí, gracias al gobierno, pero debo admitir que también gracias al entorno de la vida cotidiana, simple y silvestre. Silvestre por los únicos animales que me rodean: Los Seres Humanos

No voy a enumerar ni mucho menos a compartir las anécdotas habituales de mi transitar por la tierra, el planeta tierra, no la tierra por donde camino. Pero si voy a iniciar; reiniciar; retomar o como quieran llamarlo, una serie de escrituras poco elaboradas, para no terminar como siempre conversando con la pared.

Qué me lleva en esta dirección?

De tanto andar siguiendo a la gente en el Twitter (@joseisraelm), de tanto leer blog de personas comunes, me he dado cuenta que no existe otra forma para una persona común y corriente como yo, de expresar las cosas que siente y que le hacen sentir.

En estos 2 últimos días me he sentido atraído --sin golpes Erika que no he terminado de escribir la línea-- por la manera de escribir y narrar de la blogera Yoani Sánchez (http://www.desdecuba.com/generaciony). Una cubana que "lucha" detrás de un blog, bueno esa es la cara de la lucha a la que yo tengo acceso. No soy su amigo ni la conozco, así que espero sus acciones físicas acompañen a sus ideas plasmadas en sus entradas.

La verdad no entiendo los últimos 40 años de Cuba. Seamos claro, no entiendo los cuentos de esos 40 años. Ni los cuentos de Fidel ni de los exiliados. Pero leer a una persona que desde las entrañas de lo ignorado, cuenta los sueños y frustraciones que vive a diario, no hace más que hacerme preguntar: Cuanto faltará para que Venezuela llegue a esos niveles. Quizás si hablo con Hugo Chávez, nos faltaría poquito para estar inmersos en ese inmenso mar de felicidad. Quizás si hablo con alguien de la oposición, nos faltaría poquito para estar inmersos en ese inmenso mar pestilente. Quizás si hablo con un nini --expresión usada para calificar a las personas que no son partidarias de nada o de nadie-- me diga que ese mar nunca llegara a nuestras costas.

Pero yo no puedo dejar de comparar las cosas que leo, desde la pizarra virtual de una isla, con las cosas que veo transcurrir hora tras hora en mi país.

Para mí, ese mar, ya llego.

2 comentarios:

m@ntrax dijo...

Saludos amiguito! Escriba escriba eso es bueno para desahogar el alma y no daña el hígado jejeje!

Marisela Rodriguez G. dijo...

Querido Jose,

en efecto ese mar llegó!!
Y hace tiempo, lo que pasa es que muchos tratabamos de voltear la cara para no verlo, no aceptarlo.

Venezuela sólo tiene que mirarse al espejo y lo que verá para su futuro es una Cuba grande. Es una realidad no muy lejana (calles inservibles, supermercados vacíos de productos y llenos de colas de gente intentando conseguir algo, todo el mundo calladito, nada se dice ni se comenta porque no sabes quien lo escucha y mil cosas más que muchos como tu todavía lo viven todos los días)

La verdad creo que lo peor aún no ha llegado.

Creo que el cambio tiene que partir de la gente, del cómo actuamos y somos y hacer un "poquitico" como, cruzar en el rallado de un semáforo o dar simplemente los buenos días sonriendo!!, luchar, trabajar, estudiar, vivir dignamente!

Volver a los valores que nos enseñaron.

El Venezolano se caracteriza ahora por ser vulgar, ordinario, mal hablado, ser el vivo de la partida cuando lo que hace es un mal peor a su país y a su gente.

Que buena idea lo de escribir... a veces siento lo mismo... que le hablo a la pared!!!

Un beso para Erika, Joseito y para ti!

Marisela